PIE DIABÉTICO

Tipo de Procedimiento Anestesia
Cirugía Ambulatoria u hospitalización Regional / General

¿Qué es un Pie Diabético?

Es el pie del paciente diagnosticado con diabetes mellitus que presenta una úlcera como consecuencia de daño en los nervios (neuropatía diabética) o daño en las arterias (vasculopatía). Esta afección es consecuencia del mal control prolongado de las glucemias (azúcar en la sangre).

¿Por qué se produce?
Para entender mejor la complejidad de lo que es un pie diabético desglosemos los términos neuropatía diabética y en enfermedad arterial periférica.

Enfermedad arterial Periférica: Es la obstrucción de las arterias de las extremidades inferiores. Solo para recordar, en el cuerpo existen a groso modo dos tipos de vasos, arterias y venas; por las arterias fluye sangre oxigenada y por las venas retorna la sangre después de haber oxigenado los tejidos, es decir sangre no oxigenada. Si hay una obstrucción de las arterias de los miembros inferiores, los tejidos del pie se quedan cortos en oxigenación y nutrientes, por lo tanto en el caso de existir una herida, la cicatrización estaría afectada y se expone a mayor riesgo de infección. La enfermedad arterial es el mayor riesgo de amputación del pie. Existen riesgos adicionales para que se presente esta afección, como lo son, el tabaquismo, el sedentarismo, colesterol y triglicéridos elevados, entre otros.

¿Qué debo hacer?
El pilar de la prevención del pie diabético es el mismo control de la diabetes. En segunda instancia a todos los pacientes se les debería realizar al menos un chequeo anual de los pies para determinar su estado, de esta forma si se encuentra alguna afección tratarla tempranamente. Si ya existe una herida o úlcera se debe consultar lo más temprano posible para iniciar el tratamiento respectivo.

Neuropatía diabética: Neuro (nervio) patía (afección-daño) diabética (porque es causada por la diabetes). Los síntomas más frecuente de la neuropatía diabética, son los hormigueos, sensación de calor o dolor quemante, dolor punzante, y calambres; todos ellos en pies y piernas, pudiendo afectar las manos. Estos síntomas empeoran durante el reposo, especialmente en la noche y mejoran con la actividad física. En el cuerpo existen diferentes tipos de nervios y por ende tienen diferentes funciones (sensitivos: sensibilidad; motores: movimiento; autonómicos: glándulas sudoríparas y sebáceas). Todos los nervios y por ende todas las funciones se alteran.

Nervios sensitivos: Se da una disminución o pérdida total de la sensibilidad. Como consecuencia de esta pérdida de sensibilidad la persona puede hacerse daño y no darse cuenta, tal es el caso como el de colocarse una bolsa de agua caliente en los pies y quemarse sin ser advertido, o colocarse un zapato con un objeto extraño dentro, (eje. una piedra, una ficha) caminar y no sentirlo, o encarnarse una uña y tampoco percibirlo. En el momento en que la persona es advertida de que algo le está haciendo daño ya está lesionada (una ampolla o una herida), y en casos con pérdida total de la sensibilidad pasar esta lesión inadvertida, y en casos más severos darse cuenta por el olor fétido si ésta se infecta.

Nervios Motores: Son los nervios que se dirigen a las fibras musculares llevando el impulso para que se dé el movimiento. El daño en estos nervios produce una disminución del tamaño del músculo (atrofia muscular), afectando la fuerza del mismo. En casos severos se ven afectados todos los músculos, especialmente los que se encuentran en el pie. Esto puede llevar a deformidades en los dedos que a su vez cambian la forma de funcionamiento mecánico del pie, es decir, alteran el paso o forma de caminar de la persona, lo que a su vez se traduce en aumento de presiones ya sean en el dorso o planta del pie. Inicialmente se pueden observar callosidades llegando en ocasiones a úlceras como consecuencia también de la perdida de sensibilidad.

Nervios autonómicos: Inervan las glándulas sudoríparas y sebáceas, la afección de estas produce resequedad de la piel.

Recuerde

  • Realizar ejercicio físico, facilita el control glucémico, la correcta circulación sanguínea en los pies, entre los otros tantos beneficios del ejercicio. Siempre con calzado adecuado.
  • Llevar un buen control de la tensión arterial y de los niveles de lípidos en sangre.
  • Evite fumar y consumir alcohol.
  • Además es esencial cuidar diariamente los pies, revisándolos para vigilar si aparecen heridas, zonas enrojecidas, ampollas o grietas. Consulte con su médico o podólogo si observa lesiones, cambios de color, dolor o hinchazón en los pies.
  • Lávese los pies diariamente con agua tibia, no caliente, compruebe la temperatura del agua con los codos. Puede usted presentar perdida de la sensibilidad y quemarse y no darse cuenta.
  • Seque muy bien los pies, enfatice en medio de los dedos con una toalla suave, evite la fricción.
  • Aplique crema humectante en pies y piernas, no en medio de los dedos.
  • Las uñas de los pies córtelas rectas para evitar que se encarnen. Si presenta alguna alteración, consulte. Es aconsejable utilizar una lima para pulir los bordes.
  • Evite cortar las durezas y callos de los dedos, no utilizar callicidas, de ser necesario debe consultar con su médico o podólogo.
  • Evite andar descalzo, así sea en su casa.
  • Use calzado cómodo, que sea amplio, sin costuras internas, suelas gruesas. Con este tipo de calzado evita la fricción de la piel y el riesgo de ampollas en los pies. El calzado debe de utilizarse siempre con calcetines. Siempre revise su interior antes de colocarlos, pueden tener objetos extraños
  • Evite usar sandalias, chanclas o zapatos que dejan los pies al descubierto, también zapatos con tacón y que terminan en punta
  • Se deben de cambiar diariamente los calcetines o medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez al día.
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